21/07/2017

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Iñigo Ortiz Martínez

Consultor Técnico F. Iniciativas

 

Tras la conclusión del curso Els Juliols 2017 de Gas Natural Fenosa y la Universitat de Barcelona sobre la transición energética  y los mercados eléctricos, se pueden extraer las siguientes reflexiones sobre las transiciones energéticas y la importancia de la innovación tecnológica en las mismas.

El término “transición energética” se usa comúnmente para describir bien el cambio en la composición o en la estructura del suministro de la energía primaria, o bien el cambio gradual de un modelo específico de aprovisionamiento energético a un nuevo estadio del sistema energético. Asimismo,  las transiciones energéticas habitualmente son inherentemente prolongadas en el tiempo.

Es decir, las transiciones energéticas son los cambios en las actividades económicas de un país en un horizonte de largo plazo sobre la base del paso de unas fuentes de energía a otras. De esta forma, a lo largo de la historia se han producido varias transiciones energéticas, en gran parte en los países desarrollados. Así, la transición energética de la mano de obra y los animales de carga a la biomasa tradicional; de la biomasa tradicional al carbón (1860); del carbón al petróleo (1880) y del petróleo al gas natural (1900). También se puede incluir aquí la incorporación del uso del gas natural para electricidad y calefacción (1900 – 1910), la introducción comercial de la energía nuclear (1965), las energías renovables y las centrales hidroeléctricas (1995).

Las transiciones energéticas, también hacen referencia a la difusión gradual de nuevos dispositivos, como motores que reemplazan la fuerza de trabajo de los animales y las personas. Por lo tanto, se puede considerar que las transiciones energéticas son propiciadas por un elemento motriz común, la innovación y el avance tecnológico. Un ejemplo palpable de esto es que, gracias a la innovación tecnológica, se han visto reducidos los costes de generación de la energía solar FV y eólica de forma significativa, creando grandes expectativas en el horizonte de 2050.

En la Unión Europea y más concretamente en el eje franco alemán la transición energética se ha apoderado del discurso en materia de política energética donde, históricamente, éstas han tenido lugar cuando los cambios tecnológicos han inducido transformaciones importantes.

De hecho, en el caso de la transición energética alemana o Energiewende, el Ministerio Federal Alemán de Economía y Energía ha creado un plataforma sobre sobre la investigación y la innovación para impulsarla.

Así pues, las transiciones energéticas requieren su tiempo y no garantizan que se supriman totalmente aquellas energías que tienen precios o costes bajos u otras ventajas. Y es por este motivo que resulta claro también el papel de la innovación tecnológica para acelerar el proceso y no menos importante es la combinación del mercado con los desarrollos técnicos o energéticos que están ligados a las transformaciones.